Una madre es un hermoso tesoro
cargado de virtudes, es un ser incomparable que Dios nos da para honrarla y amarla.
El rasgo más sublime de la
naturaleza le pertenece a la madre: la mujer es portadora de vida, sólo ella
tiene este privilegio. Es por eso, que junto a dicha capacidad de engendrar, se
le ha sido concedido un paquete de virtudes, valores y destrezas que la
soportan, la socorren y la fortalecen para ejercer a plenitud su loable
función.
Son infinitos los valores que hacen a las madres únicas e irreemplazables, porque sin lugar a dudas una madre es UNA MUJER VIRTUOSA.
Una madre es comprensión: sus
palabras calman, sus caricias sanan y sus besos reconfortan. Nadie conoce mejor
a sus hijos que su propia madre; ella tiene la capacidad de entender los
distintos factores que influyen en su estado de ánimo y comportamiento. El alto
nivel de percepción de una madre, desarrollado por ese fuerte vínculo que hay
con el hijo, la hace en definitiva, la portadora por excelencia del valor de la
comprensión.
Una madre es responsabilidad: una
madre vela por el bienestar de sus hijos y de su hogar cueste lo que le cueste,
asume su rol con entereza, cumple con sus deberes y reconoce la gran
responsabilidad que se la ha sido asignada al consignarle la crianza de unos
seres humanos para hacer de ellos, maravillosas criaturas.
Una madre es paciencia: paciente
ante las situaciones arduas e ineludibles de la vida, paciente ante los
conflictos naturales que se presentan en el núcleo familiar, paciente ante las
incansables enseñanzas para hacer de sus hijos personas íntegras y valerosas:
obra que realizará sin tregua durante años y que tal vez nunca verá terminada.
Una madre vive la paciencia en grado excelso.
Una madre es amor: el amor a los
hijos es único y particular, perpetuo, transparente, carente de egoísmo y de
ambición personal. Por este amor la madre desafía hasta sus propias capacidades
y realiza actos verdaderamente increíbles para proteger o beneficiar a los
hijos.
El amor es el principio y el fin
de los valores humanos, es el que provee el punto de partida de las demás
virtudes. Al mirar la raíz de cada uno de los anteriores, el centro donde estos
convergen, es el amor. Porque amor no significa sacrificio sino donación, no
significa rencor sino perdón, no significa egoísmo sino tolerancia, amor es…
MADRE.
¡! No olvides HONRAR
Y AMAR EN VIDA a ese tesoro, a esa mujer virtuosa, porque otra no hallarás!!
Proverbios 31:10-31
“Oye, hijo mío, la instrucción de
tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre;” Proverbios 1:8
¡! BENDICIONES!!
CARMEN PÉREZ
COMUNICACIÓN SOCIAL
MISIÓN SUCRE
Muy buena la forma de identificar y caracterizar a una madre, quedando plasmada solamete la parte bella, solo que existen momentos que las madres somos seres que a los hijos y a las hijas detestan por las decisiones, normas y sanciones que se les aplican...;en proximos relatos es importantisimo colocarlos para realzar màs la parte humana y los valores del "buen desarrollo con principios y valores del respeto, el amor, la tolerancia, la corresponsabilidad" tan requeridos para la justicia con equidad e igualdad de la paz social...
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