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Un día
como hoy 4 de junio de 1830, hace 188 años fue asesinado el Mariscal Antonio José
de Sucre, de Cuatro disparos de fuego cruzado en el sitio La Jacoba, en la
montaña de Berruecos, Colombia, terminaron con la ilustre vida de Antonio José
de Sucre, héroe de pichincha. Prócer de nuestra independencia, político
insigne, estadista y soldado épico fue el Gran Mariscal de Ayacucho, uno de los
venezolanos más gloriosos y grandiosos de la Patria venezolana. Por lo cual, Antonio
José de Sucre, siempre fiel a Simón Bolívar, logró grandes hazañas derrotando
al imperio español en toda Sudamérica. Fue Gobernador del Perú, Presidente de
Bolivia y General en Jefe del Ejército de Colombia, también fue considerado uno
de los militares más completos entre los próceres de Latinoamérica. Bolívar al
conocer su muerte dijo: "Se ha derramado, Dios excelso, la sangre del
inocente Abel… Lo han matado porque era mi sucesor".
El
Gran Mariscal de Ayacucho murió asesinado en una emboscada, planeada por el
General venezolano Juan José Flores. Ese día, muy temprano por la mañana,
Antonio José de Sucre toma el camino de su cita final. En el sendero estrecho
hacia las montañas de Berruecos, cuatro asesinos contactados por José María
Obando lo esperaban. Cuando pasó la comitiva, una voz gritó: "¡General
Sucre!". El joven General, de apenas 35 años de edad, volteó y en el acto
sonaron los disparos. Sólo pudo oírsele decir: "¡Ay balazo!". Y cayó
muerto el novel General cumanés, víctima de las intrigas y las ambiciones, el
asesinato de Sucre fue como una "Crónica de una muerte anunciada", ya
que el mismo fue planificado y ejecutado con alevosía, ensañamiento, ventaja y
premeditación. Tras la cobarde acción, allí permaneció su cadáver por
más de 24 horas hasta que los pobladores de las localidades cercanas le dieran
cristiana sepultura. Si el mariscal se hubiese ido por Buenaventura, allí lo
esperaba el General Pedro Murgueitio para darle muerte; si optaba por la vía de
Panamá lo acechaba el General Tomás Herrera, y desde Neiva lo vigilaba el
General José Hilario López.De esta manera consiguió triunfos fundamentales para
liberar al continente del dominio español, siendo la batalla Ayacucho su mayor
obra bélica. Como político ejerció la presidencia de Bolivia y se preocupó por
los servicios públicos y el correcto funcionamiento de la administración
pública. Fue riguroso en el cumplimiento de las penas por crímenes o hechos de
corrupción, pero fue piadoso y justo con los vencidos. También impulsó causas
relacionadas con la abolición de la esclavitud y un mejor trato hacia los
indígenas. Además, resaltó como diplomático a la hora de participar activamente
en el Armisticio de 1820. Fue una de las figuras más completas de la época
independentista.
Gladys
Pérez.
Pasante
de Comunicación Social.
Misión
Sucre.
Universidad Bolivariana
de Venezuela
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