Fotografía: Internet. |
En
el primer Congreso Internacional Próvida, celebrado en Madrid en el 2003, tras
una encuesta mundial contestada por más de 20.000 grupos y asociaciones de más
de 20 países de Europa y América, se acordó declarar el 25 de marzo como el día
Internacional de la Vida. El primer país que celebró el día de la Vida
de manera institucionalizada fue El Salvador en 1993. Le siguió Argentina,
donde la primera celebración oficial del Día del Niño por Nacer, se produjo el
25 de marzo de 1999 por iniciativa del presidente de la nación respaldado por
la Conferencia Episcopal.
En otros países, especialmente de América ya se venía celebrando el Día del niño por nacer o Día de la vida naciente, pero al declarar el Día de la Vida se celebra no sólo el derecho a nacer de los concebidos sino el respeto a la vida y la dignidad de todo ser humano desde la concepción hasta la muerte natural. Dicha celebración también se lleva a cabo en países como:, cuba, República Dominicana, peru y Chile. Actualmente,
en Venezuela, Uruguay y Panamá, grupos de defensa de la vida promueven campañas
de recogida de firmas para lograr el reconocimiento de la fiesta por las
autoridades civiles. En los
últimos años han surgido nuevos grupos en defensa de la vida humana que han
aportado fuerza e iniciativas diversas y se han llevado a cabo numerosos actos a favor de la vida. Por todo ello y convencidos del valor insustituible de toda vida
humana, cuya defensa debemos asumir
todos los seres humanos como un
reto, las diferentes asociaciones que a
nivel mundial, defienden la vida humana
y su dignidad, han decidido celebrar todos juntos el día Internacional de la
Vida, cada 25 de marzo con una manifestación por la Vida, aparte de los
distintas actividades formativas, de concienciación o culturales que en torno a
este día organiza cada país. Asimismo, dicha celebración es propicia para recordarnos la importancia de que todos juntos trabajemos unidos para que cada día, se
vayan sumando a la celebración de esta fecha la mayor cantidad posible de países, esperanzados y seguros de
que algún día el triunfo de la cultura de la vida, será una realidad en todo el
planeta.
Griselda Salazar. Pasante de comunicación social de la Misión Sucre.
Avalado por la Universidad Bolivariana de Venezuela.
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